Llegué a la casa y me esperaban en la puerta. Una rubia despampanante con un collar de cotillón anaranjado y amarillo al cuello. Tenía una "margarita" en la oreja y el pelo largo, largo hasta los hombros, o un poquito más. Un morochito de pelo corto la tomaba de la cintura mientras ella sostenía un vaso con lo que supuse era destornillador. No se besaban pero faltaba eso; como histeriqueándose a pesar de estar abrazados. "Una pareja reciente", pensé.
¿Viste que las parejas recientes están todo el día pegados y mirándose con los ojos semi-abiertos (semi-cerrados) a punto de besarse, con los labios todavía húmedos del último beso y la piel erizada? Bueno, así estaba la rubia despampanante con el pibe morochito.
En la cocina, cuando entré, me recibieron unas milanesas de mucho perejil y ajo: riquísimas. Había hasta mayonesa. En el patio, esperando la lluvia que ladró pero no mordió, a eso de la 1 ya había 30 personas. A las 2 horas, estaba doblada esa cantidad y a las 3 horas la que estaba doblada era la cumpleañera.
Hubo un par de irrespetuosos que quisieron levantarse a las minas de la fiesta... a veces, uno ve una chica linda y sola y se manda... total... si está sola... o la ves sentada, aburrida... entonces te mandás... pero cuando te das cuenta, al rato, o por el rabillo del ojo, que venía acompañada... bueno... hubo una serie de altercados (tipo 4 y media 5) que pocos observaron. Yo fui testigo, les grité para que no se agarren, pero dos tipos, bien puestos, se agarraron.
Igual, fiestas eran las de antes. Porque ahora, viste, vos te toreás con uno y después caen 5 que te agarran del cuello y los brazos al grito de "pará, animal; pará que lo vas a matarrrrr!!" mientras vos pensás "pero si no le hice nada todavía". Una vez, un fisicoculturista me explicó que esa era una técnica muy conocida de persuasión, "yo de eso estoy ducho".
A eso de las 5 y pico agarré mi media naranja y después de unos dulces arrumacos la convencí para que me lleve a dormir la mona. Después de mezclar vino y cerveza con la panza llena de milanesas y un calor de Sahara no hay líneas de merca que la rescaten.
El domingo a la mañana dolió. Necesité enfermera y todo.
Ah, sí, me olvidaba, hubo banda... de percusión o jazz o fusión. Hubo baile y hasta un altercado con el besino de enfrente (besino porque andaba tras unos besos de la chica de casa, me pareció) quien dijo que si se zarpaban con el ruido, salía a los tiros. Te digo, en La Boca, te creo cuando decís que salís a los tiros.
Y, como prometió, a la 1 y media salió con una reglamentaria (sí, sí, tenía toda la pinta de cana) pero justo justo en el momento en que el pibe de los timbales estaba haciendo un solo que incluía gritos al ritmo de los golpes y sus rastas volando por los aires. El besino se quedó mirando un ratito, sacudiendo la cabeza (así: para adelante y para atrás) bajó el arma y después se metió en la casa. Le habían tocado el timbre.
Todavía estamos averiguando quién.
7 comentarios:
Siempre están las crónicas de Funes para comentar las cosas que uno no ve. Cómo puede ser? yo estuve ahí. Lo que yo puedo decir es que la fiesta estuvo buena, sólo que llegué tarde y falto alcohol... o lo poco que quedaba había que buscarlo por los rincones, en fin, algo se encontró. Quién se encanutó el fernet???
como van a dar milanesas????
gracias por no dar demasiados detalles!!!
si había poco alcohol, fue porque me lo encanuté yo, la cumpleañera que terminó de gran romance con la pileta de la cocina...es que había mucha cola para el baño...
Te digo Emilie, para tu consuelo que yo no vi ningún fernet JAMÁS.
Kijo, las milanesas fueron lo mejor que nos pasó! ¡La cocinera, una diosa!
Estuve viendo tu blog.
Salu2, como diría el amigo Loi.
El baño también sufrió represalias. Yo safé que tomé un reemplazo de Falgos y que el balconcito me aireó porque sino... otra que nos apilaban a los kebrados.
Si, funes, había fernet, yo tomé el último sorbo...después hubo que conformarse con el whiskola.
Salud!
Publicar un comentario