jueves, abril 12, 2007

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Los Amantes
Por Juan Rodolfo Wilcock*

Harux y Harix han decidido no levantarse más de la cama: se aman locamente, y no pueden alejarse el uno del otro más de sesenta, setenta centímetros. Así que lo mejor es quedarse en la cama, lejos de los llamados del mundo. Está todavía el teléfono, en la mesa de luz, que a veces suena interrumpiendo sus abrazos: son los parientes que llaman para saber si todo anda bien. Pero también estas llamadas telefónicas familiares se hacen cada vez más raras y lacónicas. Los amantes se levantan solamente para ir al baño, y no siempre; la cama está toda desarreglada, las sábanas gastadas, pero ellos no se dan cuenta, cada uno inmerso en la ola azul de los ojos del otro, sus miembros místicamente entrelazados.

La primera semana se alimentaron de galletitas, de las que se habían provisto abundantemente. Como se terminaron las galletitas, ahora se comen entre ellos. Anestesiados por el deseo, se arrancan grandes pedazos de carne con los dientes, entre dos besos se devoran la nariz o el dedo meñique, se beben el uno al otro la sangre; después, saciados, hacen de nuevo el amor, como pueden, y se duermen para volver a comenzar cuando se despiertan. Han perdido la cuenta de los días y de las horas. No son lindos de ver, eso es cierto, ensangrentados, descuartizados, pegajosos; pero su amor está más allá de las convenciones.

*
Juan Rodolfo Wilcock nació en Buenos Aires en 1919. Se recibió de ingeniero civil y vivió un tiempo en Mendoza en un proyecto relacionado con el ferrocarril trasandino, pero luego abandonó esa profesión para dedicarse a la literatura. Amigo de Borges, Bioy Casares y Silvina Ocampo, Wilcock, se fue a Italia en la década del ‘50, cuando ya era autor de una considerable obra poética en español donde murió en el '78.

9 comentarios:

Lunita dijo...

Es raro pero con este texto las convenciones me caen mejor las convenciones más dignas de rechazo

Unknown dijo...

No entiendo el comentario, Lunita.

Lunita dijo...

y... vio que uno tiende a rechazar lo convencional? bueno, esta forma de amor que describe el texto, y que propone como no convencional, es una cagada... Todo muy lindo pero no! De tanto estar encima, se perdieron ellos mismos. Nada... me parece que es una cagada eso. Ergo, te dan ganas de no rechazar lo convencional.
Uff... terminé

Unknown dijo...

ah... ahora se entiende perfectamente...

eso sí... hay otras formas de no convencionalidad pero claro... si esta no le gusta... está en su derecho


e izquierdo
(zurdita!)

Anónimo dijo...

Este mismo texto lo posteo Moret hace un poco más de un año.

lahe dijo...

funes, un tipo que conoció el paraná.

hay un muy buen corto de nahuel de la calle versionando el cuento.

http://www.cinenacional.com/peliculas/index.php?pelicula=5875

Anónimo dijo...

???

You estoy de acuerdo con Lunita. Prefiero mi amor convencional...

Emilie dijo...

Ey funes a ver si actualizamos!!!

Unknown dijo...

esta difícil pero ahí viene